María Gómez Palacios

No es raro notarse en la boca algún bultito en los tejidos blandos. Podría tratarse de un tumor benigno que normalmente hace acto de presencia debido al mordisqueo, succión o prótesis. Estamos ante un fibroma oral, y en Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya, te lo explicamos todo.

¿Qué es un fibroma oral?

El fibroma en la mucosa oral podríamos entenderlo como una lesión con origen hiperplásico. Esto significa que se presenta en los tejidos blandos como consecuencia de un estímulo constante sobre una zona muy localizada. Suele ocurrir con frecuencia cuando tenemos la costumbre de mordernos los labios o la cara interna de los cachetes.

La incidencia continuada de estos comportamientos provocan que la zona se irrite, dando lugar a un fibroma, con aspecto parecido al de una cicatriz. Tanto los fibromas como las cicatrices, tienen fibras de colágeno tipos I y III, por eso se las conoce popularmente como cicatriz hiperplásica. También las podemos encontrar referenciadas como fibromas traumáticos, hiperplasia fibrosa local, nódulo fibroso o pólipo oral.

Estamos ante una patología muy común en los tejidos de la boca. Lo más frecuente es encontrarlos en tamaños de menos de dos centímetros, son benignos y aparecen en cualquier parte de los tejidos blandos de la cavidad oral.

Estas lesiones en la boca, no están localizadas en una franja de edad concreta, incluso se han encontrado en bebés. No obstante, no son muy frecuentes en menores. 

Los nódulos aparecen en zonas en las que hay un trauma frecuente, pudiéndose localizar fácilmente en la lengua, encía, labios, carrillos, y con bastante menos frecuencia, el paladar.

Las características de la hiperplasia fibrosa local son las siguientes:

  • Aparece una masa sin tallo y unida a la superficie. A veces también se presenta con tallo.
  • Tiene un aspecto carnoso de forma ovalada.
  • Cuando crece bajo una prótesis, la superficie es plana.
  • Puede ser de dureza variable y estar cubierta de un epitelio escamoso estratificado.
  • Tiene un color rosa, normalmente algo más claro que el resto del tejido oral.
  • La evolución es pausada y el tamaño más frecuente se sitúa entre 1 y 1,5 centímetros.

Debido a que la gran mayoría no causa molestias, puede pasar desapercibido. Sin embargo, cuando el comportamiento persiste de forma intensa, los efectos pueden crecer y empezar a resultar incómodos. 

Además, debido al roce constante pueden ulcerarse. Es importante señalar que son benignos y no evolucionan a un fibroma bucal maligno.

El fibroma traumático se llega a confundir con frecuencia con otras lesiones que son más delicadas. Hablamos concretamente de neurofibromas, lipomas, fibromatosis, hiperplasia fibrosa inflamatoria, tumores en las glándulas salivales, por poner algunos ejemplos. De ahí la importancia de evaluarlo y hacer un diagnóstico temprano. Una visita regular al dentista lo detectará, con toda seguridad.

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Causas del fibroma oral

Como ya hemos adelantado, se produce como consecuencia de un trauma localizado y persistente, normalmente por mordeduras, roces, succión, prótesis o dentaduras mal ajustadas. 

Especialistas de estas patologías afirman que las personas que padecen anemia y problemas en la piel son más propensas a sufrirlas. De la misma manera, está documentada una mayor incidencia en las mujeres.

Por otra parte, también afecta la salud bucal de los pacientes con diabetes. Es algo que presumiblemente podría estar relacionado con el uso de prótesis y problemas de cicatrización de esta población.

¿Cómo tratar un fibroma oral?

Como paciente debes estar atento a la aparición de cualquier bulto en la boca, especialmente si tienes hábitos que puedan provocar la aparición de un fibroma.

Igualmente, no olvides visitar al dentista, ya que está capacitado para identificar lesiones durante una evaluación rutinaria.

El tratamiento para el fibroma traumático es quirúrgico. La única forma de eliminarlo es extirpando, bien de forma manual o con láser. Una vez que se extraiga el tejido, este debe evaluarse para descartar que se trate de alguna otra patología.

Una alternativa para eliminar el fibroma es mediante la criocirugía. En esta intervención se usa nitrógeno líquido que congela el tejido y lo destruye. No provoca dolor ni sangrado, pero como contrapartida no se puede estudiar el tejido resultante para confirmar un diagnóstico.

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Prevención del fibroma bucal

Hemos visto qué es, qué lo provoca y cómo eliminarlo; pero sin duda la mejor estrategía para no tener que sufrirlo es evitarlo conociendo cómo prevenirlo.

Puede ser que una persona se practique pequeñas mordeduras por estrés, nervios o ansiedad. En ese caso, hay que buscar la manera de reducir este problema mediante técnicas saludables. 

Los odontólogos podemos recomendar el uso de protectores dentales durante la noche para evitar que el paciente muerda sus labios y mejillas mientras duerme. Pero cuando se realiza de forma consciente, de nada sirven protecciones.

Reducir los traumatismos es la manera más adecuada de prevenir. Además, es un complemento imprescindible para la cirugía de extirpación; de lo contrario, el fibroma oral aparecerá de nuevo y probablemente con cuadros más severos.

De cualquier manera, si el problema persiste y la lesión vuelve a aparecer, es necesario hacer una biopsia para descartar otros problemas.

Nuestra recomendación final es seguir los consejos de los especialistas. En la Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya, hemos tratado con éxito multitud de fibromas de varios tipos. Es de crucial importancia un diagnóstico profesional temprano.

Esperamos que la información de una patología tan frecuente y a la vez tan desconocida, te haya resultado de interés.


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