María Gómez Palacios

Los flemones son una de esas afecciones dentales que todos recordamos por la intensidad de las molestias que nos han generado en algún momento de nuestras vidas. En la Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya, vamos a realizar una radiografía de este síntoma para ayudarte a prevenirlo o mitigar sus efectos en caso de que no haya sido posible evitarlo.

Sigue leyendo para saber detectar los síntomas.

¿Qué es un flemón?

El flemón podemos definirlo como una inflamación aguda purulenta (que tiene pus), que, a diferencia del absceso, está mal delimitada y se extiende de forma difusa por los tejidos.

No confundir con absceso (a veces se les considera erróneamente sinónimos) ya que este último se presenta en forma de cavidad claramente delimitada.

Para que quede más claro, estamos ante una inflamación en la encía por una infección en un diente y que pasa a la pulpa y a la raíz. Como consecuencia se da un depósito de pus y una inflamación del tejido blando.

¿Cuándo se produce un flemón?


El flemón está claramente relacionado con una infección bucodental. El proceso infeccioso se origina por la comunicación de la boca con los tejidos de sujeción del diente. 

Este contacto puede producirse debido a una caries que llega al nervio, provocando inicialmente una pulpitis, una necrosis y creando un absceso. 

Otra posibilidad es la entrada directa por vía periodontal, algo que suele ocurrir en dientes con problemas relacionados con su inserción en el hueso. 

La tercera causa es venir iniciado con un absceso. Un absceso persistente puede llegar a provocar un flemón. Este se caracteriza por la externalización a los tejidos adyacentes y esta inflamación se hace visible externamente, es decir, se aprecia en la cara.

Todas las vías indicadas anteriormente suelen desencadenarse por la concurrencia de una o varias de estas patologías:

  • Caries.
  • Traumatismos que fracturan el diente.
  • Periodontitis.

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¿Qué síntomas suele presentar un flemón?

Todos estos síntomas aparecen relacionados con la presencia de un flemón, aunque padecer uno de estos síntomas no implica necesariamente la ocurrencia de un flemón. Nuestra recomendación es que si observas uno de ellos visites lo antes posible al dentista:

  • Presencia de pus en la cavidad oral.
  • Dolor en mandíbula y oídos.
  • Inflamación con dolor en los ganglios del cuello.
  • Malestar en boca o cuello.
  • Fiebre y molestias en boca o cuello.
  • Inflamación de la cara.
  • Dificultad al abrir la boca.
  • Dificultad al comer.
  • Sensibilidad ante alimentos o bebidas calientes o frías.
  • Halitosis y sabor desagradable.

Tratamiento del flemón


Cuando la infección está en la fase de absceso se puede drenar haciendo una incisión que libere la inflamación e infección y con el consiguiente alivio para el paciente. En la fase de flemón no es necesario hacerlo pues la infección no está localizada.

En ambos casos un tratamiento con antibiótico sería obligado para eliminar dicha infección.

Además de este tratamiento antibiótico, hay que tratar la causa.

En caso de que su origen fuera una caries de gran tamaño, lo normal es hacer un tratamiento de los conductos del diente o la extracción del diente si está muy dañado, sin posibilidad de reconstrucción.

En caso de origen periodontal (sujeción de la pieza) habría que comprobar la causa. Si fuera reversible, hacer una correcta limpieza de la zona y explicar hábitos de higiene de esa zona en domicilio. Si fuera irreversible, habría que extraer el diente.

Después del tratamiento y de acabar con la infección el médico determinará si hay que llevar a cabo una endodoncia, la colocación de una corona o un empaste. En algunos casos, como hemos visto, será inevitable la extracción de la pieza.

El flemón a pesar de no ser una infección que pueda comprometer zonas vitales, en general, sí que es importante tratar de que no se produzca, puesto que si se sitúa en zonas cercanas a las vías aéreas puede comprometerlas.

En cualquiera de los casos, y aunque se apliquen remedios caseros de alivio temporal del dolor (esto es muy frecuente), es muy importante acudir al dentista para que aplique el tratamiento indicado para la eliminación de la infección. 

¿Qué remedios caseros se pueden utilizar con los flemones?

Estamos ante unas posibles patologías que cursan con infecciones, normalmente dolorosas, por lo que todos los remedios indicados están orientados a mitigar temporalmente el dolor, nunca a tratar ni curar las causas que lo provocan. Para ello la única estrategia recomendable es visitar lo antes posible a un profesional de la odontología.

Mientras esperamos la hora acordada para la visita al dentista podemos usar estos calmantes naturales, en la forma que se indican:

  • Té negro. Poner una bolsita de té negro seca en la zona durante varias horas.
  • Enjuagues de agua y aceite de árbol de té.
  • Bicarbonato y sal. Se ponen en un algodón y se aplica en la zona varias horas.

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¿Cómo podemos evitar la aparición del flemón?


Como siempre decimos, la prevención es la mejor estrategia para evitar enfermedades bucodentales. Llevando una buena higiene bucal, una dieta saludable y acudiendo al dentista al menos una vez al año podemos evitar la aparición de un flemón.

Revisa los artículos de nuestro blog y encontrarás numerosas recomendaciones de salud bucodental. Te aseguramos que si las pones en marcha, es muy improbable que sufras un flemón. 

En el caso de notar algún cambio en nuestra boca debemos ir al dentista. Y es que es importante detectarlo cuanto antes para frenarlo.

Desde la Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya, esperamos haber arrojado algo de luz sobre este frecuente y molesto problema, para que en caso de sufrirlo seas capaz de tomar una decisión informada.

¡Hasta la próxima!


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