María Gómez Palacios

Al problema del bruxismo se le conoce popularmente con el rechinar de dientes. Podría parecer que no tiene importancia, pero nada más lejos de la realidad. Es una patología dental que padece alrededor del 70% de la población en nuestro país.

Te explicamos su naturaleza, qué lo causa y cómo puede tratarse.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula, lo que hace rechinar los dientes, produciendo el desgaste de los mismos.

Puede darse tanto por el día como por la noche, aunque es verdad que se da con más frecuencia mientras dormimos, de forma inconsciente (también es el más difícil de controlar).

Las personas que tienen bruxismo aprietan con fuerza los dientes superiores contra los inferiores y los mueven de atrás a adelante y viceversa, produciendo el desgaste de las piezas.

La mayoría de las veces, la persona no es consciente de que tiene bruxismo hasta que otra le advierte de que al dormir rechina los dientes. En otros muchos casos es el dentista quien le informa tras realizarle una revisión dental periódica. Son las típicas patologías silenciosas que solemos detectar en la Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya (Huelva), por lo que siempre recomendamos acudir al dentista con cierta regularidad.

El bruxismo suele aparecer a edades tempranas, normalmente durante la adolescencia, afectando en igual proporción a mujeres y hombres.

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¿Cuáles son las causas del bruxismo?

La verdad es que existe mucha literatura científica que teoriza sobre su origen, pero lo cierto es que aún se desconoce el origen real de esta patología dental. Su principal desencadenante se sitúa en el plano psicológico, aunque sus efectos y sobre todo sus tratamientos, recaen en el plano de la odontología.

Aun así, parece haber cierto consenso en apuntar al estrés y los trastornos del sueño como posibles desencadenantes del problema, aunque se barajan muchos otros como:

  • Una mala alimentación.
  • La alineación inadecuada de los dientes.
  • Trastornos respiratorios durante el sueño.
  • Posturas incorrectas al dormir.
  • La incapacidad para relajarse.
  • Ansiedad.

Síntomas del bruxismo

Como hemos indicado con anterioridad, esta presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula acaban avisándonos de que algo no va bien. Normalmente nuestro cuerpo nos avisa de diversas formas:

  • Depresión.
  • Dolor de oído.
  • Estrés.
  • Dolor de cabeza.
  • Trastornos alimentarios.
  • Inflamación de la mandíbula.

Consecuencias del bruxismo

Los primeros efectos que suele tener el bruxismo es que se presenta hipersensibilidad dental, y dolor constante en los músculos de la cara y los dientes, aunque puede provocar algunos otros como:

  • Sensibilidad dental: especialmente al frío, al calor y a los alimentos dulces.
  • Hipersensibilidad aguda: al rechinar los dientes, las piezas dentales se desgastan, astillan y rompen produciendo dolor en la mandíbula.
  • Irradiación del dolor: el efecto puede extenderse a otros órganos produciendo dolor de oído, cabeza o cuello.
  • Insomnio: todas las incomodidades anteriores pueden derivar en problemas para conciliar el sueño.

A veces en casos de bruxismo muy severo pueden darse situaciones muy dolorosas, ya que puede ocurrir que el paciente sea capaz de romper la raíz de sus propios dientes e incluso de los implantes dentales. El paciente siente molestias al masticar, pero no se observa nada desde el exterior. Es necesario el radiodiagnóstico para detectar el problema.

Cuando se hace caso omiso al problema del bruxismo, empeora y con el tiempo suele acabar en patologías articulares y también en una disyunción maxilar que puede producir trismo (dificultar o limitación de la apertura correcta de la boca), y en algunos casos a contracturas musculares muy dolorosas.

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Tratamientos del bruxismo

El primer paso para tratar el bruxismo es el diagnóstico correcto. Para ello es necesaria una cita con el dentista en Cartaya que le realizará una exploración y probablemente también un estudio radiográfico.

Los tratamientos para el bruxismo están fundamentalmente orientados a reducir la fricción de los dientes, prevenir el desgaste del esmalte, eliminar el dolor y evitar posibles daños permanentes en la mandíbula.

El objetivo es reducir el dolor, prevenir el desgaste de las piezas dentales y evitar daños permanentes en la mandíbula. Si se consiguen, el rechinar de dientes desaparecerá.

En la Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya (Huelva), estamos muy familiarizadas con esta patología y aplicamos dos tipos de tratamientos:

  1. Férula de descarga. Cuando se trata de un bruxismo con predominio nocturno, nuestros especialistas suelen recomendar al paciente el uso de una férula de descarga. Se trata de una prótesis ajustada a su dentadura, personalizada, que se coloca durante las horas de sueño y que intenta relajar la mandíbula y forzar una mordida correcta.
  2. Rehabilitación protésica. En casos más difíciles que presentan un avanzado desgaste y normalmente una disminución de la dimensión vertical que está afectando a la articulación tempo mandibular, solemos recomendar rehabilitar con prótesis las piezas dentales con el objetivo de recuperar una posición articular sana.
  3. Cirugía. Sólo se realiza como último recurso y en situaciones muy extremas.

Como norma general

En cualquier caso, nuestros dentistas en Cartaya (Huelva) especializados en bruxismo aconsejan realizar una lista de actividades que ayuden a controlar, reducir o eliminar el estrés y la tensión muscular, realizar ejercicios de relajación, masajear la musculatura de la mandíbula y dormir manteniendo una postura corporal correcta.

En la Clínica Dental María Gómez Palacios de Cartaya (Huelva) hemos recuperado a docenas de pacientes con problemas de bruxismo en etapas tempranas.

Recuerda: una visita regular a tu dentista puede detectar patologías de las que todavía no eres consciente que tienes, pero que te afectan. Pide cita.


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